jueves, 19 de enero de 2012

La pesada herencia


Es gracioso el comienzo del informe de prensa de la municipalidad (18/01/2011) en cuyo encabezado señala: “El intendente Dr Eduardo Bucca no descansa y estará hoy en Capital Federal, junto al Secretario de Hacienda Cr Javier Erreca, para reunirse con el Presidente del Banco Provincia, Gustavo Marangoni (…)”. Al menos a mí me causa gracia que se destaque el hecho de que el jefe comunal “no descansa”.
Pero el punto es que luego de eso, viene una coma y tras la coma la posta, es decir la explicación del no descanso del intendente. Sucede que el sujeto del relato viajó “a los efectos de renegociar la deuda de más de 9 millones de pesos en leasing heredada de la anterior gestión”.
Al cabo que lo dijeron… (usá tono mexicano, para leer esto). Era hora de que se empiecen a blanquear los “estados de cosas” dentro de la municipalidad. No para caer en la cuenta de que todo lo que hizo la gestión Simón/Erreca fue desastroza o corrupta, pero sí para que los bolivarenses interesados sepan de qué viene la cosa en cuanto al manejo de los fondos públicos.
Además, para evitar el rumor, que en pueblecillos como el nuestro corren a la velocidad de la luz. Tampoco está bueno que toooodos los funcionarios precedentes sean acusados de corruptos por el hecho de haber pertenecido a ese grupete enquistado en el poder. 
En estos días el periodista Oscar Bissio señaló en una nota con circulación en las redes sociales: “Hay sitios clave dentro del andamiaje municipal donde los correveidiles opositores que se colgaron del extremo de la última chalupa, traban literalmente la flamante gestión mediante una campaña sistemática de desinformación e indiferencia”.
Esto es gravísimo y aun así era previsible. Hubo nombramientos de funcionarios en la planta permanente en el municipio que son inadmisibles, más las obvias incorporaciones de toda gestión. Es de rigor que quien asume como funcionario del Departamento Ejecutivo, cuando termina el período de gobierno para el que trabajó, renuncie, se vaya, chau. Son puestos políticos, más allá de las supuestas competencias técnicas que puedan tener los sujetos, que terminan junto con la gestión política que los convocó.
Entonces, esos funcionarios, se tienen que ir sin chistar, no clamar por “pase a planta”. La mayoría lo hizo, claro, se fueron rumiando la bronca de dejar un puesto que les parecía asignado de por vida, tal la voluntad de los bolivarenses, pero metieron violín en bolsa y marcharon cumplir funciones en el ámbito privado.
Esto se dio con más recelo en el caso de las administraciones Simón/Erreca, porque los funcionarios que compartieron gestión eran o se hicieron, militantes de la causa (si no, recordá la última campaña electoral, ponele caritas a los muñecos). En este punto, quizás la nueva muni tiene déficit de militancia y es posible que pague costos por eso. Está claro que no te sale a defender un tecnócrata; para eso están los convencidos, los que militan, los cuadros, los que ponen el pellejo. Veremos.
Y volviendo al punto, estaba claro que no iban a permitir que Bucca se le facilitaran las cosas, ni siquiera. Al contrario, estaba sonado que pondrían palitos en la ruedita. Y ahora se empiezan a ver con claridad esos palitos. Paréntesis: el actual oficialismo se durmió un poco y se le hizo tarde para ir a ver los papeluchos, creo.
Vale la pena leer la nota de prensa municipal, pero la centralidad de mi comentario pasa por el costado más político y sobre todo más ligado a lo comunicacional -en términos amplios- del asunto. (Respecto de los números, ya aparecerán Erreca o Patti o Erreca y Patti con la carpetita, para hacerles cantar la canción que ellos quieran en lo que a números refiera. Hagan apuestas, señores).
El plano comunicacional, en cambio, opera en varios sentidos. La cuestión no se circunscribe a los medios (tecnológicos o no). No importa sólo si se brinda la información a través de la radio más escuchada o en una reunión tét a tét en barrio Los Zorzales, sino que es fundamental que se informe con claridad; que en cada oportunidad se den a conocer estos aspectos como los que se mencionan  arriba. Es importante que se hable, se difunda, que se instale, vamos.
Los más memoriosos se acordarán de la “impresionante deuda” que dejó como herencia maldita el gobierno de Juan Carlos Reina. Sueldos impagos a los empleados y un considerable muertito con los proveedores. Bueno, eso que era real, se instaló muy fuerte en el imaginario bolivarense y se marcó tan a fuego que le impidió al PJ asomar la nariz por el Ejecutivo durante la friolera de 16 años. Mirá si será importante el tema de instalarlo.
Si, es cierto que en aquel entonces, las deudas con los privados eran tan indisimulables que coadyuvó a la instalación del tema. Por fuera de esa obviedad, están los números de ahora, esos de los que la gestión saliente tiene que dar cuenta, pero esta también.
Las famosas cuentas deberían incluir el compromiso de que el nuevo gobierno funcione con transparencia, que no haya amiguismos en las contrataciones, que lo que haya que licitar se haga con claridad y publicidad.
Se sabe que el radicalismo y la Coalición Cívica se arrogan el título de ser los republicanos, los defensores de la institucionalidad y la honestidad y ese será el rol que jugarán, con todas las herramientas a su disposición. Incluso (ya comenzaron) con los pedidos de informes al DE (genial, pero deberían acordarse de que J.C.Simón y su troupe jamás contestaban uno).
Más allá de eso, sería interesante que el pueblo de Bolívar ejerza la potestad de lo institucional y sea exigente con los gobernantes, que no duerma en los descansados laureles como hizo durante 16 años. Marquemos como hacía el Inter de Mourinho, si no, después habrá que ir a llorar a la iglesia.
Daniela Roldán

No hay comentarios:

Publicar un comentario