La política (como intencionalidad del hacer) atravesó todo
el discurso del intendente Eduardo Bucca en la apertura del período de sesiones
del Concejo Deliberante. Los cambios del punto de vista y del espíritu de las
decisiones gubernamentales, ocupan un lugar central del análisis necesario de
un discurso, que más allá del punteo de temas, ofrece vastos ángulos de acceso.
Bucca leyó por momentos y por otros fue espontáneo, para dar
cuenta de un parlamento frondoso en datos, abultadísimo en información, cuyo
texto aparentaba ser un libro antes que una ayuda memoria para un intendente
que lleva cuatro meses en la gestión.
Quedará para la historia que Bali habló durante tres horas (contrarrestando
experiencias anteriores), porque, entre otras cosas, no es un gran orador, no se
caracteriza por el manejo de los recursos de la oratoria política. Se deduce
que si habló es porque tenía algo para decir.
“Hoy vengo a compartir con todos ustedes, con lo que nos
encontramos al momento de asumir como gestión y al mismo tiempo vengo a
contarles lo que hemos realizado en estos cuatro meses intensos de gestión y
también para compartir con ustedes nuestra misión de gobierno en lo que resta
del año 2012”, fue el comienzo del discurso.
De eso se trató precisamente, de la puesta en claro del
estado de cosas que heredó de la gestión Erreca, con un déficit de 8 millones
de pesos, un incremento del 60% de la masa salarial y con elevadísimo exceso de
los gastos presupuestado, lo que constituyen “datos históricos”.
Calificó de “imprudente” el manejo de los dineros públicos
de parte del anterior gobierno, que arrojan números que llaman “nuestra
atención y la del Honorable Tribunal de Cuentas”. El concepto político se coló al
precisar que ese manejo cuestionable de los fondos públicos, implica una
desligitimación del Concejo Deliberante, órgano que autoriza o desautoriza los
gastos. Y el Ejecutivo, parece, no le hizo caso. En ese sentido, se comprometió
a trabajar conforme a lo que se vote en el HCD.
Anunció la creación de nuevas áreas y el cambio de nombre de
otras. Ahora, la antigua Acción Social se denomina Desarrollo Social, y ese
viraje implica, según el intendente, un cambio de paradigmas. Esto significa no sólo la acción que tienda a
paliar situaciones sociales comprometidas, sino a trabajar a partir
diagnosticar y planificar las intervenciones para llegar a la gente antes de
que ésta se vea en necesidad de ayuda.
Esa tarea, descentralizada y personalizada, implica un
trabajo territorial casa por casa, como dinámica diaria. Esto constituye una
mirada política sobre la conflictividad social, que importa un Estado presente
y que exige actores sociales comprometidos y competentes. Será un desafío para
la gestión Bucca.
La creación del área de Derechos Humanos, se instala como
hecho inédito en la historia del Partido de Bolívar y responde a los vientos
políticos que soplan en el país desde hace casi una década. El intendente se
comprometió a “luchar contra todo tipo de discriminación” y “a trabajar en
forma conjunta con la Mesa de lucha contra la violencia”. (En la ciudad hay
locales que prohíben el ingreso de personas con gorras o viseras. Ahí hay
trabajo para la oficina de DDHH).
En el mismo sentido político, se encuentra la creación de la
Dirección de la Juventud, que ya está trabajando. Bucca se refirió en este segmento, a la
puesta en vigencia del programa Impulsores, que en rigor se trabajó desde el
año pasado, cuando aún no era intendente. Se trata de un programa del gobierno nacional, en el que se capacita
a jóvenes para el trabajo territorial.
Juventud, fue creada en un contexto político propicio para
la formación de hombres y mujeres jóvenes, comprometidos con la realidad de su
comunidad, dijo el intendente. El miércoles, hubo muchos jóvenes con remeras de
la JP y otros de La Cámpora, en el recinto.
La nueva concepción de Salud Mental es otro punto, que
implica un cambio de nombre y de paradigma. “Cuando llegamos, las paredes se
caían, era un desastre”, dijo Bali en referencia al espacio de geronto
psiquiatría, ahora llamado Salud Mental. Las paredes “cayéndose”, operaron como
una oportuna metáfora discursiva.
El intendente se ha fijado la meta de “visibilizar el
servicio”, en la comunidad. Por primera vez –citó Bali- las personas que están
en Salud Mental, asistieron a Me encanta Bolívar, participaron del carnaval,
disfrutaron del natatorio municipal. También mencionó que muchas de esas
personas, podrían estar externalizadas, si se hubiera trabajado en forma
adecuada.
Otra de las áreas nuevas, es la de Educación y, en este caso
puntualizó el trabajo que ya se está realizando en la gestión de las becas del
Bicentenario, que viene implementando el gobierno de Cristina Fernández. La
idea es que se movilice la municipalidad para que cada vez más cantidad de
jóvenes puedan acceder a este beneficio, que hasta ahora no era utilizado en su
potencial. A mí no me importa (el nombre) del beneficiado por una beca,
aseguró, sino que todos tengan la oportunidad de recibirla de acuerdo a sus
necesidades.
Muchas veces lo dijo el intendente y en el discurso del
miércoles lo ratificó. El desafío de su mandato es construir más casas en
cuatro años que las que se hicieron en los 16 años de los gobiernos anteriores.
Para el final, reservó uno de los anuncios más trascendentes de la noche y es la
construcción de 250 viviendas.
En el plano de la infraestructura energética y habitacional,
también se propone Bucca una transformación política, con el eje puesto en el
crecimiento del Partido, para lo cual es indispensable dotarlo de mejoras
(servicios para el Sector Industrial Planificado) que harán posible la generación
de mano de obra.
El programa “Mejor vivir”, implicará un avance en la calidad
de vida de los vecinos que aún viven en condiciones muy precarias, sin paredes,
sin cobertura de ningún tipo. Que un estado municipal se proponga la tutela de
esos derechos humanos/sociales, es otra rotación del eje de la política
pública.
Como se dijo, Bucca habló durante casi tres horas. Un punteo
de los temas que enumeró ameritaría, para este diario, editar un dossier. Pero
como esto (la gestión), recién empieza, será tarea para el hogar de todos los
bolivarenses, monitorear el avance y la concreción de lo proyectado, el
análisis en toda su dimensión de lo ya realizado y la mirada en retrospectiva que
permita entender el contexto en que el que se asumió el gobierno.
Por ahora, lo que está claro es que por primera vez, Bali
recupera conceptos y visibiliza formas de hacer política desde un punto de
vista diferente de los que lo antecedieron en el sillón de la Belgrano. El
éxito, en términos políticos, no dependerá sólo de su persona o de su capacidad
de trabajo, sino que también jugarán un rol fundamental quienes, desde el
Concejo, cuyas sesiones e inauguraron el miércoles, actúen en consonancia con
los tiempos políticos que corren, en los que la mirada hacia el futuro es un signo
insoslayable.
Daniela Roldán