domingo, 17 de noviembre de 2013

EL GRITO INTRANSFERIBLE
(a los militantes, en su Día)
Irak entre mis dientes.
África pateándome las muelas.
Latinoamérica en mi boca, en mi tos.
Eva, Hugo, Néstor, el Che, el Gody
refugiados en mis venas.
Los treinta mil trepando por mi garganta
rotos
quemados
con sus niños muertos alzados como banderas.
Hebe y Fidel engordándome la voz
con la ternura de pibes
huérfanos de gol.
El viejo Allende y Rodolfo Walsh
metidos entre las uñas
de estos dedos que escriben.
Injusticia,
no voy a llorar.
Voy a gritar,
injusticia,
¡a puteadas
voy a doblarte!
Chino Castro

domingo, 10 de noviembre de 2013

La balija del odio
Si el Cine irá a funcionar, abren muchos su criterioso paraguas. Con la boca apretada del que traga un jarabe. Como deseando que no. Medido en cantidad, desde ya. Así conciben la vida, bilardistas orondos: siempre achican hacia atrás. Si una película transforma una existencia, no les interesa. Para ellos el arte es entretenimiento. Hollywood, traducido a cine. Ya si encima hay que pensar… Yo voy al cine a desenchufarme. Ni a pensar ni a llorar. Ya demasiados problemas tengo. Salvo que el carlos en cuestión extraiga del filme una idea para amasar moneda. Ahí sí, qué interesante esto de reabrir el Avenida. Pero atención: el tal carlos debe ser, y ésta es una condición sine qua non, uno de ellos. Si se trata de un negro de las purulentas orillas, cagaste te mandó saludos, efecto boomerang: mirá qué basura, lo único que logra este Cine de mierda con esas películas hiperkirchneristas de cuarta es avivar giles, hacerles creer que son alguien. Basura. Después se convierten en piojos resucitados mentales y vienen a quitarnos lo nuestro, lo que tanto sacrificio nos costó conseguir en este país de vagos y ladrones. Y seguro que en cualquier momento chantan publicidad de la yegua antes de largar la peli, o abajo durante la proyección, como en los videos de interné y el Fútbol para Todos. Ya da asco, te envenenan hasta las ganas de vivir.
Son los mismos que necesitan saber cuánta plata costó el nuevo Avenida. No interesa la magnificencia de la obra, porque son todos chorros. Menos mal que ya se van y viene el timonazo con Massa y Salamanco, dos pibitos vírgenes de toda la polución política que nos gobierna desde que se fueron los impolutos milicos, en especial desde 1989. Bah, acá tenemos uno mejor que el aplicado Salaman: Erreca, que lo va a volver a hacer, porque ya lo hizo. Erramuspe también, viene sin escamas; el que se mandaba las cagadas era Simón, en esos años el ángel Gabriel la yugaba como un japonés en la Escribanía.
Si estos tíos de mentalidad vanguardista hubieran estado en la época en que se construyó el estadio municipal, que encima ha vuelto a llamarse Eva Perón para homenajear a una yegua embalsamada, hubieran alertado, esclarecidos como siempre fueron, locales cada septiembre en ese abisal cenáculo de las ideas que es la Exposición Rural: este coso no va a andar. ¿¡Una cancha en Bolívar!? Fijáte que en Buenos Aires no se llenan ni las canchas de los cuadros grandes, ¿¿cómo va a andar un estadio acá?? Aparte en Bolívar hay muchos amargos, a lo primero clavan entusiasmo y después se caen como peras, se rajan a lo chancho. ¿Quién banca un estadio así? Y claro, los que laburamos. Los vagos van a ir cuando esté todo hecho, como siempre, y encima los van a dejar pasar gratis. Así es el peronismo: pan y circo y que reviente todo, total siempre le revienta a un radical. No enseñan a pescar a los negros, para qué: directamente les sirven el filet que nos chorean a nosotros. Qué país de mierda. Fijáte España. No aprendemos más los argentinos. Fijáte Australia y Canadá: a la par nuestra estaban a principios del siglo XX, y mientras hoy se mantienen en el top ten de las grandes potencias del Globo nosotros marchamos como chorlitos rumbo a la desafiliación, porque con estos chorros que gobiernan hasta de la D nos vamos a caer.

Lástima lo del balneario, estos bobos lo abandonaron cuando ya estaba casi listo. De la zona hubiesen venido de a puñados. Fijáte que Daireaux no tiene salida al mar. Ni Olavarría, 9 de Julio, Pehuajó… Eso sí que estaba bueno, ¡y barato! Pero claro, qué pretendés: éstos son peronistas, si hacen un balneario los negros van a ir a arrancar el parqué pal asado y se van a encontrar con puñados de arena… No tienen ni idea, si nunca vieron el agua.

Pero lo peor de todo, avisan estos enhiestos ramilletes de bolivarenses a los que les interesan la ciudad y su linda gente, es que el Cine y el estadio son sitios municipales. (Por suerte el Coliseo no. ¡¡Aguante la hispanidad daloiesca!!) De última si fueran privados sería mejor, porque si no les sacan un mango se entierran unos pocos, en cambio así, cuando al Avenida no se asome ni Pancho Mastrángelo vamos a terminar todos con el culo como una cala. Y los que ya lo tienen como una cala que revienten, pero nosotros, con todo lo que le hemos dado a este país… Sangre, sudor y lágrimas, mirá. Siempre laburamos y dimos laburo, pagamos los impuestos, las cargas sociales, reinvertimos y abrimos fuentones de trabajo… (Ya que se las llame “cargas sociales” habla a las claras de quién modela el idioma, y a través de él encapsula las subjetividades colectivas, en nuestro entrañable y ovalado Globo.) Y este país de cuarta nunca nos devolvió una mierda, con todo lo que bancamos. Cada vez que la Argentina detona vienen a pedirnos la escupidera. Nos suben los impuestos, nos cagan de los cuatro costados. Y ahora va a pasar lo mismo eh, acordáte, estos chorros se van peor que Menem. Ni el helicóptero pa’ rajarse les va a quedar, porque seguro ya se lo fumaron y escondieron las cenizas en las Seychelles.
Por la cultura hay que pagar, viejo, vivimos en una sociedad capitalista, a comerla. Ya está, perdieron, esa pavada de la revolución tenía las gambas más cortas y chuecas que un salchicha. Aparte era todo un verso, si el Che usaba Rolex… Así son la vida y el mundo, viejo, unos ganan y otros pierden, y como desasnó el grosso Felipao Martínez Pérez: el progreso no se hace a los besos. Primero nosotros, los que podemos pagar, los que más tupido sembramos en este ingrato país. Después sí, una vez que accedamos a los bienes culturales decidiremos qué bajar a la negrada, nosotros somos los mejores curadores, decí que no nos dan la manija porque quieren seguir robando…
Es como con el morfi: a la mesa nos sentamos nosotros, los dueños de todas las cosas desde que se fundó la Argentina. Y sí, querido, el que más arriesga más tiene que ganar, ¿o un loquito cualquiera va a venir a ganar lo mismo? No jodamos, es más fácil ser empleado. Pero tranquis eh, lo que nos sobre se lo tiramos a la plebe. Siempre algún hueso vamos a arrojar, no somos tan angurrientos como nos pintan los resentidos. Nadie se va a morir de hambre, se sabe que acá el que no trabaja es porque no quiere. Si total, para bancar vagos y malandrines ya estamos nosotros. Qué inmundicia, le sacuden pito a destajo si total después los mantienen con el plancito.
Aparte el Cine… Era cantado, en dos semanas encajaban la peliculita del ‘Tubbo’ Bucca. Re deprimente es, puro velorio, gestos laaargos, todo oscuro. Y el cara de vermú Alegre de protagonista… Ya ponen a cualquiera y hay que aplaudir, porque si no tas en contra de Bolívar. Una vergüenza. Acá van de cholulos, la película no le interesa a nadie. Encima a los actores locales no les dieron ni pelota, les pegaron una tijereteada que bueno bueno: al ‘Mono’ Alabart le dieron un papelito y encima lo pusieron de espaldas, se le habrá engarrotado la gestualidad de tanto yugarla en la película de Miky, que lo hicieron laburar como un changarín. Al ‘Dani’ Navarro le metieron de mudo. ¡Y lo del ‘Chamaco’ Valdez fue terrible!, lo tuvieron un día entero con el culo empotrado a un unimog y después no salió nada. Es todo política, ya no saben de dónde rascar votos. Todo gratis, obvio, si total a los gastos no los paga el ‘Bali’.

Qué circo, son todos una manga de chorros. Menos mal que ya se van.

Aparte en Séptimo metieron un Taunus… ¡Un Taunus, boludo, nada que ver! ¡Lo sacaron de una de Sofovich de los setenta! Y violeta, qué bolazo, si no había Taunus viejos de ese color, eran todos grises o verdes. Pero claro, qué querés: seguro les sobró pintura de la campaña y se la chantaron al Taunus de Darín. Cómo ahorran, qué bárbaro.
O sea, ¿por qué no traen la nueva de Woody Allen? ¿Puro nacional van a enchufar? Pero claro, qué querés: Woody es inteligente, y éstos son peronistas.
¡Encima la cola que hay que hacer! Se juntan 3 y se atranca. Anda más rápido el Provincia, y eso que a las 12 se rajan todos a morfar… De yapa abren la boletería a la cinco de la tarde. Lógico, son peronistas, les chupa un huevo el que labura: pusieron horario para vagos y borrachines. Igual no se entiende, si esos no pagan. Pero de última qué les calienta, si igual lo llenan con los comprados. Así andaría hasta el Maracaná. Y te digo más: esa pavada de sacar la entrada y después tener que cambiarla… Cualquiera, eso no existe ni en los cines de Cuba.
De contra la escalera. Se ríen de la gente grande, si en ese ascensor pedorro no caben más de 3.
¿Kiosco no pensarán poner? ¿Cómo es la onda, hay que pasar por lo ‘Lupa’ y clavarse unos sacramentos? Tienen un acuerdo bajo cuerda, a mí no me cagan, viste cómo es todo acá.
Aparte la vereda: ¡una cagada les quedó! ¡Dejaron el contrapiso, de cuarta son! Y qué querés, la berretada peroncha de toda la vida, a éstos les das jamón y te prefieren la mortadela, si no distinguen. No les quedó ni media moneda pa la vereda porque se la fumaron toda con la Zenko y Valeria Lynch, que al final no laburaron un carajo, las sentaron en unas sillas a que le hicieran bulto a Tinelli. Unos espantapájaros parecían con el viento que había. Encima Tinelli, ese sí que no se sabe pa qué lado patea...

¡¡Chóoooorros!!

Y de sorongo del postre vino Charly. Ahora lo traen, de viejo choto. Cómo se drogaban, la baranda a pomelo te voltiaba. Y los de la Guardia Urbana ni puta, miraban el recital. Con tal de no laburar estos tipos son capaces de ponerse a mirar a Zulma Lovato y decir que afina. Aparte Charly sonó para el orto, no jodamos. Y ese maniquí en tetas… ¿qué necesidad?


Chino Castro  

viernes, 1 de noviembre de 2013

El grano ‘Bali’


 

Al radicalismo de Bolívar le salió un grano: ‘Bali’ Bucca. El intendente tenía todo en bandeja para ser radical, pero se hizo peronista. Es casi rubio y de ojos claros, proviene de una familia de clase media acomodada, con campo y todos los chiches, hizo todos los deberes del pibe bien y jamás ha de haber pensado en la revolución. Sin embargo, lo que está edificando es una pequeña revolución pueblerina: vencer al radicalismo cuatro veces en dos años se parece bastante a un milagro. Hace sólo un lustro no lo hubiera vaticinado ni el bizarro Pulpo Paul.

Sí, ‘Bali’ no fue candidato a nada el 27 de octubre, pero resultó el gran ganador. Por encima del propio Marcos Pisano. Hoy, cada elección somete a plebiscito a los elencos gobernantes, y en su primera defensa el buquismo ganó con solvencia: impuso su juego, dominó el centro de la cancha y los tiempos del partido, sin depender más que de su pericia para imponer sus virtudes y camuflar sus debilidades. A la suma simple de voluntades que el Acuerdo Cívico y Social acumuló en las PASO le entraron la primera y la segunda, la tercera ya no: se le ‘cayeron’ sólo trescientos cincuenta porotos, pero concurrieron a votar mil cien personas más que en agosto y escogieron lista doscientas que se habían refugiado en el voto en blanco. Se sobreentiende que varios de esos mil trescientos sufragios ‘yapa’ desembocaron en Erreca. No debería omitirse un dato que asoma a gatas en los análisis políticos promedio: así como existe un voto anti-‘Bali’, existe un voto anti-Erreca.

Además, para desgracia de su oposición, el buquismo triunfa no sólo con el espaldarazo peronista, que de hecho está dividido. Hoy ya amasa un piso propio de apoyos, lo que lo pondría a salvo de los vaivenes políticos nacionales. Hay mucho vecinalismo en su componente de sufragio, así como en su gabinete. Lo eligen muchos de los que se definen como independientes o apolíticos, e incluso decenas de coterráneos que jamás votarían en Provincia y Nación a un kirchnerista optan por Eduardoluján sin el menor dilema moral. Los que desdeñan las palabras y sólo quieren hechos, se ven reflejados en él. Vive en los medios, pero anunciando cosas. En todo caso no es el candidato ideal de los filósofos, pero sí de los laburantes y las amas de casa. En Bolívar hay más de estos últimos, no estamos en la París de 1968, ni siquiera en la Argentina de 2003. Lo escuchás al maleable Massa, el guacho sonrisa de estos comicios, y te queda re clarito en un santiamén.

 

La única pústula que le ha salido al buquismo se llama Marcelo Salamanco. Amén de la pústula Isidoro, que arrastra desde su origen. El ginecólogo hará migas con el radicalismo, y si logra arrancarle dos ediles a la bancada que preside el longevo Oscar Ibáñez el oficialismo perdería la mayoría en el Deliberante. Eso se traduciría en palos en la rueda del bólido buquista. Es que el radicalismo sólo puede apostar a eso: apelotonarse con Salamanco para taclear la marcha insaciable y caótica del tren balista, y después ver qué onda. Hoy, son el Coyote persiguiendo al Correcaminos. Triste. Sobre todo para el centenario partido, que debería concentrarse en construir y no en destruir. Para ello lo avala una larga historia de intendencias que parecían ad infinitum. Hasta que su relajada carne fue invadida por el forúnculo ‘Bali’. Encima San Tinelli parece más peronista que radical. O al menos seguro que no lo brota la marchita.

Encenderle velas al inmortal Mumm-Ra para que abandone por un tiempo a León-O y baje a ocuparse de ‘Bali’ sería su norte de corto plazo. Volverá a perder Erreca en 2015 si el intendente sigue haciendo a este ritmo, porque se ha comprobado que la siempre erecta fibra antiperonista lugareña ya no alcanza para ganar. Erreca, que viene invicto en morder el polvo con el buquismo: cuatro jugados, cuatro perdidos. Con el agravante de que resignó la Municipalidad cuando era intendente. Interino, porque no lo habían votado a él sino que heredó de prepo a Simón, pero intendente al fin. Hasta es difícil imaginar que Erreca acepte otra vez ‘poner la cabeza’, si el gobierno de la mejora sigue transitando por la mano por la que corre. Y menos si fuera contra BB. Acaba de caer dos veces frente a un contendiente a quienes muchos desde la UCR visualizaban como un maniquí, imagináte si el propio ‘Bali’ se trepara al ring. Un contendiente, Pisano, poco conocido. Mucho menos que Erreca e inclusive que Salamanco. Un hombre pequeño físicamente, a quien algunos suponían alto porque sólo habían visto en las pancartas a la par de ‘Bali’.

Es verdad que Bolívar es un pueblo radical, lo que torna más brillante la victoria de Bucca-Pisano y más opaca la derrota del simonerrequismo y los sectores filoucerreístas aliados, que según ‘vendieron’ las cúpulas jugaron juntos tras la interna abierta de agosto. Por más que JGE también cosechó dos mil votos más que en las PASO, con lo que redondeó un caudal que sólo un obtuso subestimaría. ¿Tendrá recambio el radicalismo, o seguirá buscando el gol con JGE de 9? ¿Cuánto daña su figura el fantasma de su mentor político, el ahora frizado Juan Carlos Simón?

Trascartón, Cristina se irá poniendo todo en el asador y algo o bastante de eso le ‘lloverá’ a BB, a quien desde hace tiempo miran con interés desde las ligas mayores. Difícil para los que se le opongan.

Viene a cuento un párrafo sobre la corrupción: se habla mucho de ella, se la castiga poco. Los pocillos de café son mejores interlocutores que las urnas. Al simonerrequismo se lo sospecha contaminado, desde que en febrero de 2011 Carnevale y Mosca arrojaron una aún no digerida bomba mediática por una presunta apropiación masiva de viviendas. Y al balismo se lo cree honesto. Si no, imagináte las redes sociales lo que serian en este preciso instante. Una cloaca. Sin embargo esto no se reflejó con estrépito en las urnas, porque el oficialismo no venció por paliza. O será que a nivel país los radicales todavía gozan de la pátina de la honorabilidad. Se supone que son honestos, y quien los sospeche corruptos deberá demostrarlo con un arsenal de pruebas. Los peronistas, al revés: deben demostrar que son honestos. En el imaginario social criollo los peronchos son chorros hasta que demuestren lo contrario.

 

‘Bali’ venció, a través de su delfín Pisano, y sonríe ancho. Sabe que no debe dormirse, que no puede darle a su impetuoso tren el mínimo resuello. A riesgo de hipotecar su juventud por la municipalidad, de avejentarse a un ritmo mayor que la mayoría de nosotros, porque encima es personalista y eso lo mella al cubo. Deberá timonear el desgaste, que les llega a todos, antes o después, con dignidad o con patetismo. Y el apetito del soberano: se sabe que el pueblo, cuando mejor está, más demanda. En un sentido gobernar funciona como la dieta: bajás rápido los primeros cinco kilos, después se complica. Cuidado con las demandas de segunda generación, que han tumbado a más de un campeón. Atenti, también, con la sintonía fina: el trazo grueso y vehemente garantiza producción pero a veces raja la tela.

Sus adversarios, muchos de los cuales lo ven como el enemigo aunque edulcoren sus discursos con cucharadas de tolerancia, se rascan la cabeza, contrariados. Qué hacer con un grano así, se preguntan. Esperar a que se agote solo o salte a las canchas de la A, sabe a un proyecto misérrimo para gente con tantos campeonatos.

 

Chino Castro