domingo, 6 de mayo de 2012

Corazones en llamas


LA ‘GOMA’ POR YPF Y UN NUEVO HERVOR DE LA ARGENTINA VIBRANTE  
Corazones en llamas
Cincela tormentones con un pelapapas: Chino Castro

A) Elegir tiene un componente irracional: se elige con la razón, pero también con la piel y el corazón. No soy psicólogo, pero sé que funciona así y que quienes lo niegan, están equivocados, o simplemente han elegido, sin darse cuenta.

B) En el tema YPF vuelve a quedar de manifiesto que se elige con todo el cuerpo, con todo lo que uno es. Acaso para algunos sea peor que la 125 del invierno 2008: era más fácil oponerse a aquello, ‘tirarse’ contra una medida que recupera soberanía nacional es bravo. Aunque se agarren de las formas, de que la intervención estará a cargo de lobos cuidando gallinas, como dijo Lanata hace unos domingos en su programa del 13 (el cachito que lo vi, porque elegí a Galeano con Víctor Hugo. Me pareció más agradable desde lo estético, y no estoy apuntando elípticamente a la gordura de Jorge).
Acá asoma otro punto que quiero tocar: Lanata, como Leuco, Eliaschev, Nelson Castro, Fontevecchia, Van der Kooy, Morales Solá, Magdalena, Conmigo No Sarlo y las ruinas del doctor Grondona, conforman la punta de lanza comunicacional de quienes modelan un relato, en el que millones de argentinos abrevan. Truenan filípicas contra el ‘relato oficial’, como si fuera el único. Parece que el ‘relato oficial’ es un cebo caza ratones, y de los más opas (no hablemos del gran Jerry del cartoon), mientras que quienes rehúyen de él son hombres y mujeres bienpensantes que escogen basados en los relámpagos de sus propias mentes, no en el retintín de aquellos a quienes eligieron seguir. A ellos no les pasaría. Esa luz que les barre la tiniebla les ha revelado que los Kirchner son más nefastos que un matrimonio Hitler-Thatcher (la profeta Descarrió llegó a decir que eran como el nazismo sin armas, que sería lo mismo que decir como León-O pavimentado por una calvicie atroz y con la Espada del Augurio astillada, o como Gasparini con un esguince crónico de garganta). Por eso aporrean con tanto ahínco a este gobierno que no te dan tiempo de criticarlo, y entonces parece que fuéramos más K que las piedras del hotel de El Calafate, donde pretendió hospedarse Lanata y lo plancharon (¿en el lobby se podrá fumar?). Es curioso: le dan leña por lo que hace, no por lo que no, con la parva que aún adeuda, casos reforma tributaria, impulso a la ley de entidades financieras, política contundente en favor de los pueblos originarios, marcha atrás con la ley Antiterrorista, ‘guiso’ con la minería a cielo abierto, Famatina, los carteles del Raly y amén. Y después los crispados son los K. Tírenles un bombón en vez de un cascotón, y vemos qué onda. O aunque sea búsquense un sinónimo, che, si quieren les sacudo dos: iracundos y efervescentes.

C) Estamos asistiendo en este otoño de poética reestatizadora, a un nuevo hervor de la militancia. De la k y de la anti K, que ha vuelto a emerger cual una orca con ganas de engullirse un postrecito, aunque sin camionetas en la ruta ni mesa de enlace en dos siglos a la redonda. Ocurre que pese a lo mal que estamos y lo peor que vamos, las camionetas no tienen tiempo para patriadas como las de 2008: hay que sacar la soja. Igual, como viene la pelota pronto van a estar en la ruta, pero paradas por falta de combustible: cuando los K agarren YPF, no va a quedar ni una gota de querosén. Sin embargo está bien que no sean kirchneristas, con todo lo que hay para escoger: pueden ser de Macri, de Descarrió, del ‘Crema’ Binner, de Mourinho, de Pino, del Chelsea que defiende colgado del travesaño y según Niembro, arriesga muchísimo así, de Altamira, del gritón Mariano Iúdica, de Alfonsín (con azúcar, edulcorante o ketchup), del abstencionismo, de las terminaciones del peinado de Basile, de la ya rancia feta de salame o hasta del ‘Flaco’ Traverso que con su cupé Fuego milagrera cruzó los ochenta como una flecha de luz. Vaya si hay para elegir, porque con alguien estarán los anti kirchneristas que no asumen su militancia anti K y la baten de independientes, no serán cuerpos celestes en contraposición a las mugrosas humanidades que militan en el kirchnerismo o adherimos desde una perspectiva ‘zurda’ a las líneas vertebradoras del proyecto nacional, que si querés es una forma de militar, una suerte de militancia B. No estar con nadie no es lo más fácil del mundo: es imposible.

D) Como en cualquier tiempo, en el escenario político-social nacional, de igual modo que en el continental y el global, se recortan un bosque y muchos árboles. Hubo períodos argentinos en los que el bosque ni se veía, sólo había una maraña de árboles que se nos clavaban en los ojos y en el corazón, amén de en el bolsillo. Hoy el bosque aparece con contornos más claros. Será por eso que a quienes no les gusta ese bosque, por aquello de que se elige con la razón, pero también con la piel y el corazón, se esmeran por engordar las plantas que hay y sembrar algunas nuevas, para ver si logran borronear el paisaje que late al fondo del matorral. Ojo: puede que lo hagan inconscientemente, porque también se actúa a partir de inexplicables pulsiones que brotan del cuero y el corazón.

E) Tupido se escucha advertir a los anti kirchneristas remisos a asumir su piel, que retomar el manejo del petróleo y el gas estaría bien, “pero tengo muchas dudas sobre cómo lo harán”. En rigor, dudan tanto que están en contra. No es nuevo, caramba: jamás ‘comprarán’ ni media brizna de todo lo que haga el kirchnerismo, para ellos Cristina y Néstor son entes maquiavélicos cuyo único proyecto es cagar a la sociedad para seguir metiéndole habitaciones al hotel de El Calafate, donde plancharon al pulenteador de botones Jorge Lanata. De última la duda aguantará hasta que encuentren algo negro que imputarle a la recuperación de YPF, que seguro ya lo hallaron, y ahí podrán oponerse a fondo y sin miramientos. Y como este gobierno seguirá haciendo cosas (caja para fugar hacia adelante y que mañana el globo le reviente en la trompa a algún infeliz, enjaretan ellos), algo nuevo siempre aparecerá.

F) Suele ocurrir que quienes son anti kirchneristas nos piden a los que militan por el proyecto nacional o adherimos a su matriz, que no los etiquetemos. En verdad se etiquetan solitos, como la mariposa que va hacia el fuego. Te aclaro que si hablo en términos de ellos y nosotros, no es porque vea enemigos en los que no piensan como yo, sólo es para ser más gráfico. No ando con una lupa para ver quién me va a cagar. En esta etapa he elegido creer, y pese a que escribo poesía no me envuelve el primer verso. Creer, sí, sin dar cheques en blanco (qué cheque voy a dar, si la última vez que entré al Banco Alberto Monte aún era “Llamarada”). La duda como aliada está fenómeno, siempre milité por ella, justamente porque no tengo dudas de que a veces, es mejor darle unas pequeñas vacaciones a esa amigovia tan inflexible.

G) También es una actitud común entre quienes no quieren ver pingüinos ni en chombas, arrojar las ideologías al mismísimo tacho de olvido donde se marchita la biblia del best seller Francis Fukuyama. Como si las ideologías fueran una muda de ropa vieja que ya no sirve más, ni para darla a Cáritas. Descreer de las ideologías, el típico amarretismo chelsístico-ideológico, es una de las mayores ideologías de la humanidad, porque ha cruzado los siglos desde antes del marxismo y el capitalismo. A su vez, la alquimia ideológica es también una ideología, la de los que no quieren quedar ‘pegados’ a ninguna vereda, sin embargo aún a los mejores alquimistas les resulta imposible marchar por la rambla hasta el fin de sus días, si lo sabrá el último Perón. Mas resulta paradójico: a mayor enjundia en no pegar los pies a vereda alguna, más ideologizado se está. Nadie presto al fuego del debate donde templar sus convicciones puede ser un desideologizado, ni un anti ideologías.
En definitiva, todos somos un cúmulo de ideas, la mayoría de las cuales alguien nos ha metido. Ese alguien es aquél a quien elegimos creerle (a través de leerlo, estudiarlo o sólo escucharlo). Es obvio que cuando escogemos también está en juego nuestra propia historia, aquello que somos y lo que no, nuestros sueños y los sueños de nuestros ancestros, nuestras frustraciones y las de ellos. Hasta el tipo más pragmático lleva consigo una carga simbólica. Convengamos además que iluminados, hay muy pocos.

H) En esta dolinesca époka la política ha vuelto a estar por encima de todo, como creo que debe ser. Hoy opina cualquiera, por más que a los Kirchner se los acuse de atentar contra la libertad de expresión. Todas las opiniones valen, todos quieren opinar, y me parece bien. Inclusive siguen frotando la lámpara del tomorrow viejos gurúes económicos que no han sido capaces de combinar ni el color de sus medias, como Carlos Melconian y Miguel Ángel Broda. Me sigue pareciendo joya. En los sofovichescos noventa, fraguados al calor del Consenso de Washington, sólo los economistas eran voces autorizadas, y los que no manyamos números, camine a la cucha, perro. Ahora hasta resucitaron al matarife Domingo Cavallo, fuerte para él. ¿Te acordás de aquella máxima noventosa de la “cirugía mayor sin anestesia”? Aguante la medicina preventiva.  

I) Otro signo de los tiempos, un saludo para Prince, es lo risible que a millones nos resulta ver a monigotes atrancados de odio como Morales Solá, las hilachas del doctor Grondona y Marce (quékagadavendieronla10alaKá) Longobardi, implorándole a algún ángel vengador una “maldición bíblica” (así dijeron las hilachas) sobre los “tibios” que son oposición y votan con el gobierno por la expropiación. De terroir, una vez que el radicalismo y afines se dan un baño de dignidad y juegan para el pueblo, vienen a amonestarlos y a acusarlos de transeros estos quijotes del periodismo… Sólo faltaría que denunciaran que Pino votó a favor porque le regalaron un scalextric con su correspondiente tren revestido en oro, con la cabeza de Jauretche como locomotora y la palabra Sur grabada en su frente. Me hierve el chanfle, velay.   

J) Los verdaderos sueños se sueñan despierto, y yo sueño con un país más justo, más humano, sobre la base que sigue forjando el kirchnerismo y otros tendrán que continuar y perfeccionar, tanto mejor si es hacia la izquierda. Puedo ser un iluso, pero soy yo, acá estoy, y no quiero convencer a nadie.

¡K!) Atención, atención, hoy gran franco gran para la campera del ‘Chango’. Se ruega no enviar cardigans.

L) Antes de irme, quiero decirte que me encanta la gente militante y su generosidad, las caretas son para el corso. Militante de lo que sea, menos de los terrorismos, del nazismo, del colonialismo, de la guerra, de la Inquisición, de la Conquista del Desierto, de las cruzadas preventivas democráticas americanas, de la placa de la plaza Alsina por el Bicentenario, que cobija en un mismo renglón a comisionados de las dictaduras con intendentes de la democracia, de los goles con pelota parada y del bidón envenenado de Bilardo. Si alguien milita en contra de los Kirchner pertrechado con sus convicciones y su honestidad, me parece f-ormidable. A nuestro país lo están levantando los militantes, antes que los que no lo son. Militantes, que no implica necesariamente hallarse enrolado en un partido. Ellos con su espíritu de cuarzo portan hoy la antorcha de nuestra querida Argentina, que todos recordamos y deberíamos recordar siempre cómo estaba en diciembre de 2001, cuando De la Rúa huía en helicóptero sembrando de cadáveres, otra vez, esa sufrida madraza que llamamos Plaza de Mayo. Para no irnos hasta marzo del ´76.

Me fui.

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