Violencia laboral: arma invisible contra trabajadores
En el mes de septiembre de este año que termina, la doctora
en Psiquiatría Patricia Barcia, publicó “Violencia laboral. Gotas de lo posible”,
un libro encuadrado en la medicina preventiva. La autora describe el mobbing y
ejemplifica la casuística a partir de su propia experiencia como trabajadora
pública.
El acoso laboral o mobbing tiene características muy
sensibles, algunas de las cuales se detallan en el resumen que sigue, que es
resultado de una búsqueda internética en sitios especializados. Saber detectar
las acciones que constituyen acoso es una de las maneras de, entre otras cosas,
preservar la salud mental de la víctima, por cuanto la ayuda profesional psicológica y jurídica pueden poner las cosas
en su lugar.
“La figura legal denominada en la doctrina
"mobbing" (del verbo inglés "to mob" que significa
"atropellar"), utilizada como sinónimo de "violencia psicológica
laboral" o "psicoterror laboral", es un fenómeno que se está
presentando en la Argentina con reclamos legales desde el año 2002
aproximadamente. Su desarrollo como objeto de estudio y de análisis legal,
comenzó en Europa en la década del noventa y hasta la fecha”, según se informa
en un sitio especializado.
El Estado argentino, a principios de 2007 a través de la
resolución 5/07 el Ministerio de Trabajo de la Nación, creó la Oficina de
Asesoramiento sobre violencia que funcionará en el ámbito de la Comisión
Tripartita de Igualdad de Trato y Oportunidades (CTIO), recibirá denuncias
sobre violencia laboral, conocido como "mobbing". La resolución
define violencia laboral como "toda acción, comisión o comportamiento
destinado a provocar, directa o indirectamente, daño físico, psicológico, o
moral a un trabajador o trabajadora, sea como amenaza o acción consumada".
Por otro lado las Universidades del país están incluyendo en
sus planes de estudio, materias que tratan este problema, y los medios para
prevenirlo y solucionarlo sin la pérdida de recursos humanos y económicos.
Si se busca una explicación práctica, se puede recurrir a la
definición del profesor y psiquiatra alemán Heinz Leymann de la Universidad de
Estocolmo, Suecia, el cual es el primero en tratar el tema de
"mobbing". Leymann define el mobbing como el "continuo y
deliberado maltrato verbal y moral que recibe un trabajador por parte de otro u
otros que se comportan con él cruelmente con vistas a lograr su aniquilación o
destrucción psicológica y a obtener su salida de la organización a través de
diferentes procedimientos".
Elementos que permiten observar si se está dando una
situación de mobbing: Exige una continuidad. Es decir, es un procedimiento
continuo en el tiempo. No es algo pasajero, no es un maltrato del momento, es
algo que puede llevar seis meses, uno o dos años. Es algo continuado en el
tiempo y afecta la psicología de la víctima. Incluso ésta demora en el tiempo
en reconocerse como "víctima", y utiliza mecanismos de defensa
previos hasta concluir que está siendo acosada psicológicamente por un perverso
que disfruta con el hostigamiento hacia su persona.
Se está frente a un caso de mobbig cuando:
a) Se presentan varias conductas dañinas; cuantas más, más
grave, intensa y generalizada es la situación. De todas formas, una sola
conducta de acoso puede ser suficiente, si es lo bastante importante y
traumática, si destruye de manera eficaz aspectos claves del autoconcepto y la
autoestima, si causa desmoralización insuperable, o si pone en marcha
rumiaciones autodestructivas en círculo vicioso o "autoestrés".
b) Se repiten con frecuencia, es decir, constituyen una
pauta de acoso, no exabruptos, groserías o ejemplos aislados de irritabilidad o
de mala educación. Convencionalmente, se acepta como suficiente el criterio
estadístico de una frecuencia mínima de una vez a la semana.
c) Son persistentes en el tiempo, es decir, que no son
transitorios o debidas a circunstancias pasajeras, o no guardan relación con el
propósito consistente de dañar al acosado. Convencionalmente, el criterio
estadístico de un mínimo de seis meses se considera suficiente.
"Las cinco
maniobras principales para destruir a un buen profesional"
1. Limitar su comunicación: el acosador impone con su
autoridad lo que puede decirse o no. A la víctima se le niega el derecho a
expresarse o a hacerse oír.
2. Limitar su contacto social: no se dirige la palabra a la
víctima, procurando además que nadie lo haga. Se le cortan las fuentes de
información, se le aisla físicamente de sus compañeros.
3. Desprestigiar su persona ante sus compañeros: bromas y
burlas sobre la víctima, su familia, orígenes, antecedentes y entorno.
4. Desprestigiar y desacreditar su capacidad profesional y
laboral: se asignan a la víctima tareas muy por debajo o muy por encima de su
capacidad, o no se le permite hacer nada, se le critican los más mínimos
errores o defectos; se desprecia su trabajo y sus capacidades profesionales.
5. Comprometer su salud: aparte de ataques directos, el mero
sometimiento a un régimen de acoso psicológico ya tiene efectos negativos,
psicológicos y psicosomáticos; pero lo que evalúa este cuestionario son las
conductas del acosador/es, no su repercusión en el acosado.
Como se dijo arriba, la psiquiatra bolivarense Patricia
Barcia, tiene un trabajo específico sobre este tema, que publicó la editorial
Akadia, en el que ayuda a visibilizar las situaciones de acoso y los tipos de
comportamiento social tanto en superiores como en pares y que constituyen
claras formas de acoso.
Daniela
Roldán
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